viernes, 2 de noviembre de 2012
¿Qué podemos y debemos hacer por nuestros difuntos?
1. No olvidarlos. No olvidar su cariño, su entrega, todo lo bueno que han hecho, que nos han hecho a nosotros, y que es como la herencia que nos dejaron. Por gratitud y fidelidad. También porque creemos que siguen viviendo en el otro mundo, que no ha terminado todo con su muerte.
2. Rezar por ellos. Han tenido sus limitaciones y faltas. Han sido, igual que nosotros, pecadores y no santos. Necesitan del perdón de Dios. Por eso, rezar por ellos, para que Dios se compadezca de ellos y los haga participar de su gloria y felicidad eternas. ¡Pensemos en la importancia de la Eucaristía!
3. Confiar en ellos. Probablemente ya están cerca de Dios, sobre todo si han vivido como hombres honrados y caritativos, verdaderos cristianos. Pertenecen entonces a la comunidad de los santos. Hemos de alegrarnos por ello. Y hemos de pedirles que intercedan por nosotros y que nos acompañen en nuestra lucha diaria. Porque los santos son nuestros abogados ante Dios.
4. Esperar el reencuentro con ellos. La fe cristiana nos dice que no los hemos perdido para siempre. Sino que vamos a verlos de nuevo en el otro mundo. Es la esperanza de que nos volveremos a reunir con ellos, en la Casa del Padre, y sin tener que separarnos ya nunca más.
El sentido de la vida humana es peregrinar hacia nuestro hogar definitivo: el cielo. La vida terrena tiene carácter transitorio, pasajero. Sólo el amor permanece.
Fuente http://www.oblatos.com/dematovelle/index.php?option=com_content&view=article&id=1351:2-de-noviembre-dia-de-los-fieles-difuntos&catid=136:noviembre-2009&Itemid=114
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